miércoles, 18 de abril de 2007
Caminando por las calles...
Soy de los que piensan que es cierto eso de que, cuanto más mayores vamos, más miramos siempre hacia el pasado. Es posible que buscando un refugio en el recuerdo de tiempos mejores, más bonitos, los "años mozos" y, en definitiva, aquello de que cualquier tiempo pasado fué mejor.
La verdad es que la vida va por rachas, y es cierto que, llegados a un punto, añoramos lo anteriormente vivido. Caminando por las calles frías y abandonadas de Ferrol, vuelvo a encontrarme con el que era hace unos años. Paseo por los mismos sitios por donde paseaba antes, con unos cuantos años menos, y no puedo evitar que vuelvan a invadirme recuerdos de antaño, de gente que se fué "sin avisar", de otros que desertaron antes de tiempo y de otros que aún siguen ahí, al pié del cañón (ellos saben quienes son). Recuerdo los años de instituto, las primeras salidas y juergas nocturnas, lo sencillo que era antes estar a gusto: bastaba con juntarnos en algún sitio y estar juntos, comentando cualquier tontería, riéndonos de cualquier cosa o simplemente hablando de que nos depararía el futuro. Es cómico, pero al final nunca hacemos lo que planeábamos con esa edad, pero, en ese momento, te parece que si. Cosas que tiene la vida.
Caminando por las calles frías y abandonadas de Ferrol, me doy cuenta de que tampoco cumplimos las promesas, y es increíble lo unido que puedes estar hoy a alguien y mañana, de repente, no está. Todos esos años es como si no hubieran servido para nada. Pienso en que cuanto tiempo faltará para que me marche de esta maldita ciudad, pero que yo quiero tanto. Cuánto tiempo faltará para que el trabajo me obligue al éxodo obligado de irme; quién me acompañará, si es que me acompaña alguien. Y ya puestos, ¿qué va a ser de esta ciudad al ritmo que va?, ¿llegará algún día un político que se preocupe ALGO por este lugar, o seguiremos yendo a trancas y barrancas y perdiendo población y oportunidades a un ritmo alarmante? Si lo piensas te vuelves loco...
Caminando por las calles frías y abandonadas de Ferrol vuelvo a pasar por el banco donde nos sentábamos toda la "tropa". Es exactamente el mismo de antes y está igual de destartalado, casi puedo oír aquellas conversaciones entre risas de nosotros, aquí, en este mismo sitio. Pero falta gente, mucha gente... aquella chica que parecía que iba a ser tuya y al final demostró su verdadera cara, aquel amigo al que llamabas todos los días y al final por una tontería llevas años sin saber de él, ¿te acuerdas? Yo sí...
Caminando por las calles frías y abandonadas de Ferrol, me doy cuenta de que llevo mucho tiempo caminando y que estoy pensando demasiado, y que no es bueno acordarse demasiado del pasado, pues hay que mirar al futuro... pero con lo negro que se presenta el futuro, ¡qué pocas ganas!
Quisiera dedicar esta "ida de olla", a toda la gente que, para bien o para mal, ha pasado por mi vida, pasa por mi vida y pasará por ella (algunos han pasado y, por fortuna, han vuelto, como la señorita de un par de entradas más abajo ;)). Porque, de todo el mundo que pasa por nuestra vida "cogemos" algo, y pienso que también aportamos algo a ese alguien de nuestra propia cosecha; creo que estamos hechos un poco de cada una de esas personas que han estado ahí en su momento, y creo que nadie pasa por tu mundo en balde. Un saludo a todos ell@s, esperando encontrarme con alguno/a en estos avatares y devenires que tiene la vida.
¡Un saludo!
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