miércoles, 19 de septiembre de 2007

Divagaciones y más divagaciones

"Hoy quiero rodear tu cintura y perdernos por las calles..."

S
eguimos escribiendo, si, escribiendo a la luz de mi flexo mientras me olvido del peligroso y selectivo mundo de ahí fuera, que es lo que Dios manda. ¿Dónde mejor que en mi cueva metido? Aquí no tengo que demostrar ni explicar nada a nadie; yo y la soledad nos entendemos a la perfección. Ya lo decía aquella canción de Los Limones, "... y a veces no está mal la Soledad"

El peso de la responsabilidad y de las cosas que debemos hacer para demostrarnos a nosotros mismos y a los demás que somos válidos para este mundo, válidos y que tenemos un hueco, muchas veces, puede con nosotros. Ahora, teniendo en cuenta además que mañana madrugo, sólo me apetece tirarme en cama y olvidarme de estos días. Muchas veces digo que si pudiera acostarme y echar durmiendo unos cinco años, firmaría el papel en blanco ahora mismo.

Peeeero, mañana será otro día, y pasado otro y así sucesivamente y la vida sigue y toca pensar que todo va por ciclos y que lo que ahora es malo en el futuro se tornará bueno (o eso espero) y que creo que me iré a dejarme caer en los brazos de Morfeo (no el de Matrix precisamente ;))

Por cierto, hoy he visto la película de los Simpsons. Os dejo los dos puntos que me parecieron los más hilarantes, el Spider-Cerdo y Harry Popotter, ambas relacionadas con el cerdo. Lo sé, alguno pensará que que estas dos escenas sean a mi juicio las que más sonrisas arrancan de la peli no dice mucho en favor de la msima, pero es que la película no da para mucho más. No es que esté mal, es que le falta algo (mi nota en FilmAffinity fué un 7). Un saludo.

martes, 18 de septiembre de 2007

Sigo vivo... que se acabe el año por favor



Sigo vivo, aunque lleve tiempo sin pasarme por aquí. Dios mío, la verdad es que aún estamos en septiembre y ya estoy deseando que se acabe este año. Es de estos años que uno no levanta cabeza ni a la de trés, de estos en los que, aunque uno intente hacer las cosas bien y poner empeño en que las cosas y actos sean lo más justos posibles y lo más ecuánimes para todo el mundo, no se consigue. Dicen que "más importante que lo que haces es lo que dicen de tí" y no le falta razón al que lo proclama. Al fin y al cabo lo único que importa es la estima en la que te tengan los demás, la mayoría de ellos paladines del "Yoísmo" (Yo, Yo, Yo y Yo y si queda algo, para mí), quedando tus verdaderas intenciones eclipsadas por los caprichos de unos unas veces, la mala idea de otros otras veces y la mala fortuna otras tantas. País...

El caso es que, por cualquiera de las razones anteriormente citadas, ya se te otorga tu "etiqueta" y no hay nada más que hacer. Vivimos en un mundo mediocre en el que triunfan los que no lo merecen y llevan los meritos los que se aprovecharon de otros o los que tuvieron un golpe de suerte, golpe de suerte que no merecían. La pregunta es, ¿qué nos queda al resto?

Bueno, yo soy de los tontos que creen que la educación y el saber estar es de quien los usa y que cada uno actúa por si mismo, y no por los demás, con lo cual, preocúpate de hacer tú las cosas bien y de actuar con cierto decoro independientemente de lo que haga el resto. Pero a veces esto se hace duro, sobre todo cuando no se hace la Justicia que mencioné anteriormente.

En resumidas cuentas, si por mí fuera ya podíamos estar en diciembre y en vísperas de celebrar el Fin de Año. Neesito un cambio, aires nuevos y gente nueva a mi alrededor; gente que no me conozca de nada y que pueda juzgarme desde el principio, interesados en saber como soy realmente... pero como esto no pasará; estamos en septiembre y la gente que me rodea no va a cambiar pues nada, a echar a la espalda que es lo que toca, supongo, hasta que reviente...

Un saludo.