miércoles, 21 de enero de 2009

Qué gran anuncio!



S
i señor, veo que aún quedan anuncios como es debido. Si es que, se estaba perdiendo toda la cultura publicitaria... menos mal que los de Heineken sacan esta joya.

Publico esto desde mi PC-Patata de mesa, que irá lento y será viejo, pero nunca falla. Tengo el portatil averiado (me da en la nariz que va a ser la sección de arranque del disco duro. Esperemos acontecimientos) .

Saludos!

domingo, 18 de enero de 2009

El Marino, por Borxo



El Marino, ese gran desconocido. Casi nadie (dejando aparte la gente del ramo, claro está) conoce abslutamente nada de la vida del Marino, de las cosas por las que tiene que pasar, de lo que piensa o siente, del trato que recibe o de lo duro que es ese trabajo. En cambio, todo el mundo opina.

Se dice que el Marino es infiel por naturaleza. Falso. ¿Acaso no están las ciudades llenas de infieles y ninguno son Marinos? La gente habla sin saber.

Soy Marino pero nunca en mi vida he sido infiel, ni lo seré. Porque soy así y no puedo cambiarlo. Porque tengo unos valores que, acertados o no, son los que me han sido inculcados y/o elegidos por mí para vivir. Pero cada uno tiene los suyos, claro está.

No obstante, empecemos por el principio; el Marino tiene una carrera técnica (Diplomado en Navegación Marítima o Licenciado en Navegación y Transporte Marítimo), cosa que la mayoría desconocen. Es una carrera técnica equivalente a una Ingeniería, y he de decir que bastante variada. En los comienzos se dan las asignaturas comunes de todas las carreras técnicas (Matemáticas, Dibujo Técnico, Física, Química, Inglés, etc...), para luego irse introduciendo en las asignaturas más propias de la carrera, como Astronomía y Navegación, Geografía y Economía Marítima, Meteorología y Oceanografía, Transportes Especiales, Radiocomunicaciones, Seguridad, etc...). En definitiva, una carrera bastante completa (y bonita he de decir, al menos para el que escribe).

Una vez aclarado lo que se tiene que hacer para ser Marino, hay que hablar sobre el estilo de vida. Tenemos fama de ser gente rara. No voy a afirmarlo ni a negarlo, lo que si diré es que resulta tremendamente fácil decir ese tipo de cosas cuando un@ sale de su trabajo y se va a su casa pudiendo desconectar del trabajo. Para el Marino, el trabajo y su casa es el mismo sitio, un sitio en el que, además, se está lejos de su casa y de los suyos. Puede haber casos de tripulaciones en las que no te trates con nadie, y tienes que guantar el tiempo que te toque. Al final, uno aprende a ser bastante autónomo e independiente, pues no queda más remedio.

El trabajo en si es bastante bonito, pero, hoy en día, por desgracia, nada gratificante. Los empresarios navieros se empeñan en ejercer de 'negreros' , contratandote en condiciones cada vez más bajas, equiparando el sueldo de un Marino español (que no olvidemos que se trata de titulados universitarios) al de un cubano al que le han dado el título en un cursillo de una semana, poniendo barcos a navegar con 2 oficiales en lugar de 3, con la consiguiente carga de trabajo extra para el resto, comprando chatarra y lavándoles la cara para navegar, y un desgraciado largo etcétera. Lo penoso del asunto es que nadie mete mano en el tema ni colectivos, ni sindicatos ni maría santísima... aunque tengo que decir que gran parte de la culpa es nuestra, pues la de Marino nunca fué una profesión con mucho corporativismo, y eso, creo yo, se paga.

En cuanto a lo que comentaba antes de la Infidelidad, como digo, yo nunca lo seré, pues tengo mi forma de ver las cosas y con ella he de vivir, pero, sin justificar que otros lo hagan, diré que me gustaría ver a algun@ de l@s que se les llena la boca hablando de lo "guerros y sinvergüenzas" que somos un mes o dos meses metido en un barco sin salir de él, el primer día que toque un puerto, a lo mejor, y con perdón, se folla todos los agujeros que encuentre, pues es fácil lanzar juicios y valoraciones desde la comodidad de una butaca sin pararse a pensar lo que implica estar metido en un barco, que ya aviso que son muchas cosas. ¡Cada palo que aguante su vela!

¿Acaso, preguntará alguno, no hay cosas buenas entonces siendo Marino? Claro que si, se conoce a buena gente en los barcos, y se visitan sitios en los que nunca se tendría la oportunidad de estar. Se fomenta y disfruta el 'compadreo' resultante de compartir con un grupo reducido de gente vivencias y trabajo, siendo conscientes de que aquí no hay "me piro pa´casa despues de trabajar". Eso, y que realmente es un trabajo apasionante.

Espero que si alguien lee esto, entienda mejor y sepa lo que es ser un Marino.

Saludos!