martes, 10 de julio de 2007

El Cortijo Jurado


Sucedió en el siglo XIX, cuando la casa pertenecía a la familia Heredia. Cuentan que esta familia pertenecía a una secta satánica la cual cometió varios crímenes rituales. La Mansión tiene unos sótanos ocultos, los cuales están hoy día tapados para que nadie descubra las maquinas de tortura que allí hay. Las victimas las sacaban por un túnel que comunica la casa con el río, y las dejaban allí tiradas. Por todo eso, está el edificio lleno de fantasmas que claman justicia, y como nadie les hace caso pues llegan a ponerse en la ventana que está frente a la autovía y empieza a hacer señales para que la gente sepa que están allí.


E
sta es, según la leyenda, la historia del Cortijo Jurado. Edificio ubicado en la Autovía de Andalucía, en la localidad malagueña de Campanillas, ha sido objeto de múltiples visitas debido a los supuestos fenómenos paranormales que se desarrollan en su interior.

Trescientas sesenta y cinco ventanas, dos plantas, torreón mirador, muros de ladrillo ocre, tejado de pino rojo, estructura cerrada y rasgos arquitectónicos anglosajones. La imagen de Cortijo Jurado, un caserón desvencijado ubicado en la cima de un altozano del Valle de Guadalhorce, en las cercanías de la localidad de Campanillas, parece sacada de cualquier pesadilla de los literatos del terror Lovecraft o Poe y, durante las últimas décadas, ha despertado incertidumbre e inquietud entre los malagueños debido a los presuntos fenómenos inexplicables que se producen en su interior

Un enigma que comienza a desarrollarse alrededor de 1850. Tras la muerte de Manuel Agustín Heredia, constructor y propietario, el edificio pasó a manos de sus descendientes y se transformó en el escenario de varios episodios dramáticos que han marcado el lugar de una forma lóbrega y truculenta.

Una leyenda negra que se fragua con la presunta desaparición y asesinato de varias adolescentes en Cortijo Jurado. Muertes, de las cuales no hay confirmación oficial en los registros de las fuerzas de seguridad del estado como así tuvimos la ocasión de constatar, pero que son una conocida realidad entre algunos vecinos de la urbe de Campanillas, antaño la barriada de los empleados de la villa.

Los antiguos trabajadores han afirmado la realidad de estos delirantes y dantescos homicidios en base a la existencia de subterráneos, criptas y pasadizos. Los lugares donde presuntamente se llevaron acabo extraños rituales y que, como afirma la trágica leyenda del enclave, se utilizaron para no dejar pesquisa alguna de las presuntas ceremonias que allí se realizaban.

Ritos que nada tienen que ver con el satanismo, como así han divulgado diversos investigadores en muchos medios de comunicación, sino, como pudimos averiguar con la práctica de liturgias masónicas debido en gran parte a las conexiones mercantiles y enlaces matrimoniales entre las familias malagueñas e inglesas existentes en el momento.

Pasadizos, cuyas entradas estarían ubicadas en el patio y en la cocina, como así lo manifestó Manuel Martínez, empleado durante la década de los años cincuenta.

“Yo lo único que puedo decir es que el Cortijo es muy grande. Lo mismo que tiene arriba lo tiene por abajo. En el patio estaban las entradas. Yo vi uno de los pasadizos y en las paredes había dibujos muy raros. Era como una especie de bicho. Era muy raro. Uno entra allí y se le ponen los pelos de punta”…

Mito o leyenda, lo cierto es que desde mediados de siglo se han recogido un gran número de testimonios de lo imposible. Testigos de fenómenos que aparentemente no tienen una explicación lógica. ¿Qué misterio se escondía entre los muros del caserón? ¿Qué clase de sucesos estaban presuntamente desarrollándose en la villa andaluza?

Experiencias como las que vivió Cristina Candela. Estudiante de Ciencias de la Información, de 24 años de edad, y protagonista de incidentes supuestamente inexplicables en Cortijo Jurado.

“Dentro de esta casa. La ultima vez que vine -explicó Cristina Candela- pude ver una silueta de mujer, vestida de color blanco. Subimos a la segunda planta. Íbamos seis personas en fila india para no caernos pegados a la pared. Cuando atravesamos el pasillo y llegamos a la habitación que hay al final del pasillo. Estábamos todos dentro a oscuras.

Escuchamos un golpe muy grande a las afueras del Cortijo y todos fueron a la ventana para ver que había pasado. Yo no fui y de repente, me giré mirando al pasillo y la vi.

Al principio vi una silueta, como si fuera humo pero cuando se fue acercando era una mujer, parecía mayor y vestía con ropas antiguas. Me quedé pálida. No podía ni moverme. Una de las chicas me vio en ese momento y salí de allí muerta de miedo”…

Pero Cristina Candela no ha sido la única persona en presenciar lo insólito en el cortijo malagueño. Pilar Ramírez, de 20 años de edad, también pudo contemplar algo fuera de lo normal.

“Allí he escuchado voces que no tienen explicación. Gritos que no pertenecían a nadie. Parecían voces de niños. Incluso una vez pude ver una niña andando por las habitaciones. Llevaba como un camisón blanco e iba paseando por los pasillos. La vi varias veces y siempre he creído que era la misma persona” recordó Pilar.

Encuentros con lo absurdo que son la punta del iceberg de una fenomenología que, incluso, ha podido ser filmada en varias ocasiones. Uno de estos videos lo pudo registrar Jonathan Blanca en una visita al Cortijo Jurado con varios amigos. Tras escuchar extraños ruidos salieron del caserón y observaron y captaron audiovisualmente algo desconcertante.

“Escuchamos un portazo seco –afirmó Jonathan- cuando estábamos en la segunda planta. Tras escuchar ese portazo salimos y pudimos ver una silueta de un hombre asomándose en una de las ventanas y me puse a grabar con la video cámara. En la cinta sale, en una de las ventanas, una silueta de una persona que recorre las habitaciones. Todos salimos del edificio y allí no había nadie”

Los insólitos episodios que se producen en la villa andaluza también pudieron ser experimentados durante el rodaje de un cortometraje. La compañía de Teatro Independiente de Málaga decidió tener como escenario los muros de Cortijo Jurado. Pero un cúmulo de casualidades “malditas” acaparó la grabación del film “Un golpe definitivo” dirigido por Jorge Rivera, como así constató a través de los micrófonos de Milenio 3 y ratificó Quique Mesa, uno de los productores del celuloide.

“Fallaron los focos, falló la cámara. Recuerdo -explicó Quique Mesa durante el backstage del pasado XV Festival de Cine Fantástico de Málaga- que me tuve que quedar una noche entera allí cuidando del material para volver a trabajar y no fue una noche muy buena. El lugar impone mucho. Te hace confundir fantasía con realidad. Incluso tuvimos problemas con el protagonista ya que desapareció varios meses tras un accidente. Quizás todo fueron casualidades. Incluso, a día de hoy, todavía no se ha podido montar la película. Sigue en un disco duro”…


2 comentarios:

Juanki dijo...

tu ves muxo Iker Jimenez auuu que medo... deberimos ir por alli a bailar una muiñeira a ver que fenomenos paranormales pasarian.

Eso si empanadas de pasas con zamburiñas y tartas de santiago que no falten

Borxo dijo...

No veo mucho Iker ahí te equivocas jaja :P