Ayer, día 16 de Julio, tocó pasar el día en familia (no en vano me marcho el martes), y para ello fuímos a dar un paseo y a comer a Lugo.
Me encanta esa ciudad, no se por qué, pero me transmite muy buenas vibraciones. Siempre me gustó ir; es un lugar que dispone de las comodidades de una gran ciudad pero combinado con el encanto de los pueblos gallegos más genuinos, teniendo como colofón un centro impresionante y una parte nueva muy bonita y bien cuidada. He de confesar que disfruto mucho cada vez que la visito.
Pasamos allí parte de la mañana, visitamos la Catedral y comimos en un restaurante del centro. Después, el obligado paseo por la Muralla.
Tras esto, muchos de los que lean estas líneas se preguntarán dónde queda 'Fontelo'. Lógico y normal jeje.
Resulta que siempre le oí contar a mi abuela historias sobre cuando vivía en 'la aldea', y a mí, que siempre me gustó el rural gallego y siempre sentí curiosidad por como era la vida en las aldeas y demás, me picaba la curiosidad por ir algún día al sitio dónde ella había vivido, (si bien ayer la idea no fué mía) del que sólo sabía que pertenecía a la Parroquia de Feás, correspondiente al Concello de Aranga (viene quedando a unos 11 ó 12 km. de Betanzos en dirección a Lugo).
Antigua casa de 'Os Vinculeiros'. Según me tiene contado mi abuela, era una familia muy adinerada, cuya posición había mejorado tras la Guerra. Menuda casita que se gastaban ya de aquella. Lo de alrededor era todo suyo.
Pues, dentro de la parroquia de Feás, hay varios núcleos formados por 3 ó 4 casas, y Fontelo es el correspondiente a donde vivió mi abuela. Tengo que ronocer que me gustó mucho conocer, por fin, la aldea de mi abuela.
He de decir que de las 4 casas que forman Fontelo (o mejor dicho, formaban, pues están todas abandonadas), quedan todas en pié excepto en la que vivió mi abuela, que fué derribada para construir un chalet (ya es mala suerte). El resto siguen todas en pié, aunque abandonadas.
No voy a contar ahora las historias que me tiene contado mi abuela, simplemente decir que me encantó poder ver, aunque esté abandonado, el lugar donde vivió, los prados donde pastaban sus vacas, el camino por donde iba a la escuela todos los días y la iglesia en donde hizo la Primera Comunión.
Interesante y buen día el de ayer, si señor.
Saludos!
Me encanta esa ciudad, no se por qué, pero me transmite muy buenas vibraciones. Siempre me gustó ir; es un lugar que dispone de las comodidades de una gran ciudad pero combinado con el encanto de los pueblos gallegos más genuinos, teniendo como colofón un centro impresionante y una parte nueva muy bonita y bien cuidada. He de confesar que disfruto mucho cada vez que la visito.
Pasamos allí parte de la mañana, visitamos la Catedral y comimos en un restaurante del centro. Después, el obligado paseo por la Muralla.
Tras esto, muchos de los que lean estas líneas se preguntarán dónde queda 'Fontelo'. Lógico y normal jeje.
Resulta que siempre le oí contar a mi abuela historias sobre cuando vivía en 'la aldea', y a mí, que siempre me gustó el rural gallego y siempre sentí curiosidad por como era la vida en las aldeas y demás, me picaba la curiosidad por ir algún día al sitio dónde ella había vivido, (si bien ayer la idea no fué mía) del que sólo sabía que pertenecía a la Parroquia de Feás, correspondiente al Concello de Aranga (viene quedando a unos 11 ó 12 km. de Betanzos en dirección a Lugo).
Antigua casa de 'Os Vinculeiros'. Según me tiene contado mi abuela, era una familia muy adinerada, cuya posición había mejorado tras la Guerra. Menuda casita que se gastaban ya de aquella. Lo de alrededor era todo suyo.
Pues, dentro de la parroquia de Feás, hay varios núcleos formados por 3 ó 4 casas, y Fontelo es el correspondiente a donde vivió mi abuela. Tengo que ronocer que me gustó mucho conocer, por fin, la aldea de mi abuela.
He de decir que de las 4 casas que forman Fontelo (o mejor dicho, formaban, pues están todas abandonadas), quedan todas en pié excepto en la que vivió mi abuela, que fué derribada para construir un chalet (ya es mala suerte). El resto siguen todas en pié, aunque abandonadas.
No voy a contar ahora las historias que me tiene contado mi abuela, simplemente decir que me encantó poder ver, aunque esté abandonado, el lugar donde vivió, los prados donde pastaban sus vacas, el camino por donde iba a la escuela todos los días y la iglesia en donde hizo la Primera Comunión.
Interesante y buen día el de ayer, si señor.
Saludos!
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