El caso es que me dijo que, como era la patrona de las Fuerzas Armadas, podían llevar a algún hijo, siempre que este fuera mayor de 14 años (cosa que cumplo con creces jeje), así que allí me fuí, siendo consciente que era una oportunidad perfecta para ver como era la vida a bordo de un buque y para comprobar como es el trabajo en el puente de un barco. Al fin y al cabo será el mundo en el que me desenvuelva el día de mañana (aunque obviamente soy consciente que las condiciones de navegación en la Armada y en la Marina Mercante no son las mismas) y aunque solo sea por pasar dos días en un barco durante una navegación, ya habré aprendido algo.
Quedé bastante satisfecho con la experiencia, el trato de los compañeros de mi padre fué excelente, tuve la oportunidad de ver como es el día a día de trabajo durante una navegación en la fragata e incluso me estuvieron enseñando sus modernas instalaciones. En definitiva, una experiencia que repetiría.
Quisiera, desde mi humilde rincón, dar las gracias a toda la dotación de la Fragata, y en especial a los componentes de la Cámara de Suboficiales de la F-102 por el trato recibido y decir que, si tengo la oportunidad de repetir experiencia, lo haré sin dudarlo.
¡Un saludo!
1 comentario:
mira que igual te fichan eh
Publicar un comentario