Os voy a contar una "historia para no dormir" un tanto surrealista. Corría el año 2002 cuando mi hermana y yo comenzamos nuestra carrera universitaria en la Universidade da Coruña. Yo me matriculé en la diplomatura en Navegación Marítima, impartida en la Escuela Técnica Superior de Náutica y Máquinas, mientras que ella lo hizo en la diplomatura de Maestro especialidad en Educación Infantil, impartida en la Facultad de Ciencias de la Educación.
Me centraré en la historia de mi hermana. Resulta que, despues de aprobar todo 1º (sacando sobresaliente en Lengua Gallega), llegó a 2º, y se encontró con un individuo que nunca le subió de un 3 en la misma asignatura en la que obtuvo un sobresaliente en 1º (realmente desconozco si alguna vez llegó a esa nota). Obviamente, este hecho es, cuanto menos, llamativo, pero uno llegado ese momento no piensa que la cosa vaya más allá del típico profesor "cabroncete" con el que vas a tener que estudiar para un 10 si quieres sacar un 5 (ya sabeis, profesores de esos los hemos tenido tod@s los que hemos estudiado).
El caso es que las convocatorias iban pasando, y, ella, inexplicablemente, no lograba sacar una nota medianamente decente. La cosa iba pasando de castaño a oscuro, hasta que en la Facultad empezó a saberse un gran secreto a voces referente al profesor en cuestión (no puedo referirme a él, pues no tengo pruebas, pero por todo el campus de Elviña es un secreto a voces lo que pasa con esa asignatura, ya que muchos alumnos han contado por todas partes como han conseguido el aprobado). Ni que decir tiene que mi hermana no quiso entrar por ese aro y, así, las convocatorias iban pasando hasta que llegó el día en el que ella se veía con toda la carrera aprobada excepto las dos asignaturas de este señor (puesto que él imparte clase en 2º y 3º) y, privándole, al ser dos asignaturas, de solicitar el "Aprobado por Compensación", que se puede usar cuando al alumno le queda una sóla asignatura para obtener la titulación.
Después de estos acontecimientos, mi hermana se entrevistó con el Decano de la Facultad, obteniendo el mismo resultado que si se entrevistase con Perico de los Palotes (pues en lugar de un Decano el hombre parecía un labrador ejerciendo de Ingeniero Nuclear) y en vista del "éxito" obtenido, recurrió a enviarle una carta al Rector de la Universidad, carta que, por supuesto, no obtuvo respuesta (y es que mi hermana cometió un error gravísimo, envió la carta en castellano, aaayy Mamaíña...).
En resumidas cuentas, mi hermana acabó todas las convocatorias (incluída la de Gracia) sin obtener el aprobado y, por consiguiente, quedándose sin la titulación en la que tanto tiempo, esfuerzo y dinero se invirtió y sin que nadie, absolutamente NADIE (compañeros, profesorado, Decano y Rector) se extrañe ni mueva un dedo para ver que está pasando aquí.
Desde mi humilde rincón promuevo odio eterno para toda esta escoria, que juegan con el futuro y las ilusiones de gente inocente que no se lo merece y les digo, desde aquí, que arrieritos somos y en el camino nos encontraremos y, además, añado que siempre les haré toda la publicidad que se "merecen", faltaría más.
¡Un saludo!
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1 comentario:
Etoo sip é unha cagada que xente asi ande polo mundo adiante e ninguen repito ninguen nunha universidade non faga un sentada ate votalos do sistema educativo, somos nos quenes pagamos as matriculas, non é o estado o que lles paga os catedraticos.
Pero claro como ninguen de nos da a cara por ser so un tes que joderte, asi é a vida.
En maquinas tamen os hai que para que che vou contar. Co tempo simplemete pasas de todo, vas por ahi buscas un currito e ale a vivir que son dous dias nada mais.
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