Corría el año 2002 cuando decidí "embarcarme" (y nunca mejor dicho) en esta aventura y matricularme en 1º de Navegación Marítima en la Escuela Superior de la Marina Civil de A Coruña. Y me he dado cuenta de cosas buenas y cosas malas.
Nunca me arrepentiré de haber escogido esta profesión, porque, al fin y al cabo, nunca hay paro y no te vas a morir de hambre (cosa que, no nos engañemos, hoy en día es lo principal). Es una profesión apasionante si te gusta: conoces sitios, llegas a conocer a muchísima gente, convives y nunca dejas de aprender.
Por otro lado, te das cuenta de que ese cáncer que se llama "empresario español" también ha llegado a la Marina Mercante. Muchos marinos se encuentran sin trabajo debido a que el armador de turno (que es el que contrata a la tripulación), si se puede ahorrar un par de duros se los ahorra, ¿y como se los ahorra?. muy fácil: contratando a los que tienen menos pretensiones económicas; gente que les dan el título en dos días (tiempo real, no exageración), y que, nos guste o no, no puede estar igual de preparada que un marino formado en una universidad española. Supongo que a nadie le habrá pasado inadvertido que, últimamente, proliferan los accidentes de buques, y no es casualidad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario